Ha muerto Jorge Leboreiro, Secretario General de Izquierda Republicana


El Secretario General de IR, Jorge Leboreiro Amaro, falleció repentinamente ayer, 12 de noviembre, víctima de un infarto de miocardio.


Jorge Leboreiro, de 49 años, era profesor de enseñanza secundaria en un instituto de Madrid. Había ingresado en Izquierda Republicana en 1998, y fue elegido Secretario General de IR en el XVIII Congreso Federal del partido celebrado en octubre de 2007.

Hace escasos días, al conocer nuestra reciente constitución como Agrupación Local, nos animaba a través de un correo electrónico a que trabajasemos por la República desde IR. Así lo haremos.


Enviamos desde estas páginas nuestro más sentido pésame a su familia.
Descanse en paz.


Este es su último comunicado de prensa:



Sorprendente


Sorprendente, Doña Sofía de Grecia tiene opiniones. Más sorprendente todavía, no está de acuerdo con algunas leyes aprobadas por el Parlamento español y no entiende muy bien que los homosexuales puedan estar orgullosos de serlo. Pero lo que de verdad sorprende en la polémica suscitada por la publicación de un libro por la periodista Pilar Urbano, que desde luego sabe cómo vender, es la sorpresa de algunos.
Algunos, que todavía no se han enterado que el emperador está desnudo, se echan las manos a la cabeza analizando sesudamente sus simplezas, si realmente la religión explica el origen de la vida, si le caía simpático Bush, o si la tierra es esférica. Porque algunos quieren hacernos creer que la institución monárquica puede ser neutral y lo ha sido alguna vez en este país. Pero, como siempre, se trata de no ir al fondo de la cuestión, lo importante no es que la señora De Grecia tenga opiniones, ni cuales sean estas o que el Sr. De Borbón las tenga parecidas o diferentes, sino el hecho de que tengan poder, poder real, para presionar favoreciendo su implantación. Y a ver quien se fía de que, con lo sólido de su formación democrática, no lo hayan ejercido nunca.
La mayor parte de los medios de comunicación españoles empeñados en reírles las gracias a los reales personajes o en convertir en hazañas sus meteduras de pata, “¿Por qué no te callas?”, se olvidan que en una institución como la monárquica se confunde lo privado con lo público porque están ahí no por sus méritos, sino por los azares de la biología. No pueden representar realmente a nadie porque nadie los ha elegido, sin embargo quieren hacernos creer que encarnan simbólicamente a España.
Por esta razón constituye un delito específico en el actual Código Penal español las injurias a la corona y así han sido condenados los independentistas catalanes que quemaron sus fotos y el alcalde andaluz que lanzó unos cuantos improperios contra el personaje del monarca. Insultar es algo feo, pero el problema es que en la interpretación jurídica que ha defendido la Audiencia nacional se afirma que al insultar al monarca no se ofende a su persona, sino a todo el país. Un opinador de un diario madrileño pretendía que la cuestión de qué es un insulto cuando éste se refiere a D. Juan Carlos de Borbón se soluciona con sentido común y que, dice este periodista, hasta un republicano recalcitrante admitiría que lo que es un insulto si se lo dicen a él también es un insulto si se lo dicen a D. Juan Carlos de Borbón.
Pero esa no es la cuestión, si el alcalde andaluz hubiera dicho eso mismo del Presidente del gobierno nadie se hubiera molestado en presentar una denuncia. Las cuestiones personales se convierten en asuntos de Estado cuando se rodea de una aureola mágica o sagrada a un ser humano y ¡ay! demasiado humano.


11 de noviembre de 2008
Jorge Leboreiro
Secretario General de Izquierda Republicana

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