Un acuerdo beneficioso para la patronal que no defiende el empleo

COMUNICADO DE LAS MESAS DE CONVERGENCIA Y ACCIÓN SOBRE EL  “II ACUERDO PARA EL EMPLEO Y LA NEGOCIACION COLECTIVA”



Tras el primer paquete de medidas antisociales y recesivas del gobierno Rajoy, en medio de sucesivos anuncios de contrarreformas reaccionarias en materia judicial y del aborto, la patronal CEOE-CEPYME y los sindicatos CCOO-UGT firmaban el “II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva”. La satisfacción y felicitación del gobierno a los firmantes del acuerdo son un primer motivo de alerta y preocupación sobre su contenido. El apoyo de Rubalcaba a dicho acuerdo, coherente con la complicidad de la dirección del PSOE con las políticas de ajuste y antisociales de la UE, también son causa de inquietud.

Todos los motivos de preocupación se confirman con la lectura de la Introducción. La “filosofía”, el diagnóstico y las alternativas a la crisis de la economía española en el marco de la Zona Euro con las que se justifican las medidas contenidas en el II Acuerdo son de un rancio “Neoliberalismo”.  La sensación de estar delante de un panfleto del Círculo de empresarios se ratifica cuando leemos la frase  “para alcanzar la recuperación económica, el crecimiento moderado de las rentas y de los precios, constituyen elemento clave”.

Mientras la referencia a que los “beneficios distribuidos deben evolucionar de forma moderada para permitir que el excedente empresarial se dedique a inversiones”  no tiene ninguna concreción en el acuerdo, el objetivo de la moderación salarial se detalla ampliamente, del mismo modo que los objetivos de flexibilidad ordinaria y temporal sobre movilidad funcional y tiempo de trabajo.
En realidad el objetivo de “moderación salarial”  esconde lisa y llanamente la pérdida de poder adquisitivos de los salarios entre 2012 a 2014. Con la aplicación de las “directrices” acordadas la clase trabajadora podría perder como mínimo 1,5 puntos del salario en 2012, y 1,4 en 2013. Además, si los precios de los carburantes y combustibles aumentaran un 10% de un año a otro –cosa muy probable dada las amenazas de bombardeos de Israel y EEUU sobre Irán, o el hecho de que el gobierno del PP haya cedido al boicot a la importación de petróleo de la potencia persa, lo que obligará a buscar de urgencia nuevos proveedores y seguros encarecimientos- serían excluidos del cálculo de la inflación y por tanto de la actualización salarial correspondiente. La actualización, de producirse, “se aplicaría en una vez”, lo que permite suponer que ni siquiera se consolidaría en tablas. Para 2014, el aumento de los salarios ya no se vincula con el IPC previsto y se fija con porcentajes inferiores al crecimiento del PIB de 2013, la actualización sufre un nuevo retroceso al no garantizarse en todos los casos el 100% del resultado  de los criterios aplicados en 2012 y 2013, con todo lo cual se mantiene la tendencia a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.


Las ventajas que se conceden a los empresarios en materia de flexibilidad en el tiempo de trabajo y en la movilidad funcional, favorecen el deterioro de las condiciones de trabajo y de los derechos laborales, la referencia  a las garantías y seguridad para las personas que “permitan compatibilizar el tiempo de trabajo y de conciliación” es un “brindis al sol”. Nada hay en el acuerdo sobre reducción drástica del tiempo de trabajo sin reducción salarial que permita repartir el trabajo y disminuir el desempleo. La indicación a los convenios colectivos de que deben tener como objetivo fundamental el “fomento de la estabilidad del empleo” y la “reducción de la temporalidad” no van acompañada de medidas que lo hagan posible, ni siquiera de la exigencia al gobierno de eliminar la precariedad en la contratación laboral.

En el capítulo IV del acuerdo se abre la posibilidad de inaplicar con carácter excepcional y “de manera negociada” aquellas condiciones pactadas en los convenios que afectan a la flexibilidad interna con la finalidad de “evitar una evolución negativa de la empresa que afecte al mantenimiento del empleo”. Sin necesidad de presentar un balance de pérdidas y en medio de una recaída en  recesión la presión empresarial por “inaplicar” las condiciones de trabajo pactadas encontrará el camino expedito y supondrá una grave regresión de los derechos laborales.

En conclusión, las consecuencias de este acuerdo al legitimar los objetivos empresariales de reducir la capacidad adquisitiva de los salarios, disminuir los costes laborales a través de los criterios de mayor flexibilidad, y no impedir sus pretensiones de recortes más severos, tendrán un efecto nefasto sobre la demanda y el consumo, acentuando la recesión y provocando la destrucción de empleo, en definitiva, todo lo contrario de lo que dice pretender el acuerdo.

Conforme se comprueben los efectos negativos del II Acuerdo se irá extendiendo el malestar entre  la clase trabajadora, también entre la ciudadanía solidaria. Los sindicatos firmantes perderán de nuevo credibilidad, se agudizará la división sindical, y la patronal se sentirá más fuerte para lanzar nuevas agresiones.

Ninguna de las barreras que los sindicatos firmantes hayan introducido en el II Acuerdo, en materia de estructura de la negociación colectiva, etc., impedirán que el gobierno de Rajoy intente anularlas en el futuro con la coartada de la gestión de la crisis y al dictado de Merkozy y el BCE. 

El anuncio de una inminente “Reforma laboral” que en palabras del Presidente de Gobierno provocará la convocatoria de una Huelga General demuestra que la debilidad en la estrategia de negociación y pacto lejos de contener los apetitos “contra-reformadores” del Gobierno Rajoy los alienta.

Ante la previsible gravedad de la “Contra-reforma laboral”  en ciernes  las Mesas Ciudadanas para la Convergencia y la Acción llamamos a preparar y organizar la movilización general que le cierre el paso. Para conseguir el éxito de dicha movilización, del conjunto de acciones y Huelgas generales, que sean precisas para echar abajo dicha Contra-reforma  es necesario construir la mayor unidad de acción social y ciudadana posible.  Todos son necesarios en ese empeño desde la reflexión, la rectificación y la voluntad unitaria.

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