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Izquierda Republicana emplaza a la ciudadanía a secundar la Huelga General del 29 de marzo convocada por los sindicatos contra la reforma laboral del gobierno del PP.
Esta reforma laboral destruye de un solo golpe importantes conquistas de derechos laborales, cuya consecución llevó muchos años de lucha de miles de personas: ahora habrá periodo de prueba de un año, permiso para encadenar contratos temporales indefinidamente, se aprobarán Expedientes de Regulación de Empleo sin supervisión de la administración, el empresario tendrá capacidad de modificar de forma arbitraria las condiciones laborales y salarios fuera del convenio, se rebajan las indemnizaciones por despido tanto procedente como improcedente... Se trata de medidas que desprotegen completamente al trabajador, dejándole en una manifiesta situación de inferioridad ante la empresa, degradando aún más la falta de perspectivas, la inseguridad laboral y la precariedad, haciendo que recaigan sobre los asalariados las consecuencias de la crisis financiera, los rescates bancarios y el ajuste del déficit exigido desde la Unión Europea.
Las creencias del gobierno del PP que justifican esta reforma, según las cuales el empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores conseguirá aumentar la contratación por parte de los empresarios, son gravemente erróneas dado que en un sistema capitalista como el actual, esto abocará a una caída en picado del consumo, que a su vez conllevará una mayor destrucción de empleo por la contracción de la demanda interna, aumentando la caída de la economía y de la recaudación del estado vía impuestos, lo que conlleva la prolongación y la profundización de la crisis actual.
Esta reforma es también contraria al modelo productivo al que debería aspirar España, un modelo productivo basado en la calidad y el valor añadido de los productos, en las nuevas tecnologías y en la sociedad del conocimiento, y no el modelo caduco que nos propone este gobierno, buscando competir en precios con países que producen más barato por la represión de los trabajadores y la falta de libertades democráticas, en destruir nuestro medio ambiente para construir descontroladamente y en un sistema profundamente desigual e injusto socialmente, cuestión que se agudiza cuando el gobierno ha expresado abiertamente su falta de preocupación por la paz social, que reconoce va a quebrarse con esta reforma.
Izquierda Republicana, partido comprometido con la justicia social y los derechos laborales, rechaza esta reforma laboral y reclama al gobierno que la solución de la crisis no pase por la destrucción de los derechos laborales y sociales por los que tantas personas lucharon durante tantos años. Desde Izquierda Republicana consideramos que esta reforma laboral propone una mayor deshumanización del actual modelo productivo, algo absolutamente contrario a nuestro planteamiento de una economía humanizada, que proponemos en nuestro documento político.
Aunque serán necesarias medidas de lucha y movilización más contundentes, hacemos un llamamiento a la participación en esta huelga, para intentar detener la reforma, para no mostrar más complicidad con los impulsores de esta reforma, y también para mostrar nuestro rechazo contra las políticas neoliberales aplicadas tanto por el gobierno central como por los ejecutivos autonómicos.
Izquierda Republicana
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