El ojo de la aguja de Rouco


Según el Evangelio de San Mateo (cap. 19, versículos 23-24) Jesús dijo a sus discípulos lo siguiente: «Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos».

Esta cita bíblica ha dado lugar a muy profundas disquisiciones acerca de la posible traducción e interpretación de su sentido. Los camellos podrían ser sogas o el ojo de la aguja hacer referencia a una puerta en una muralla. No soy licenciado en filología bíblica trilingüe y {"doctores tiene la iglesia"} para profundizar en la exégesis de estas palabras.

No obstante, la citada frase se me vino inmediatamente a la mente al tener conocimiento de la reunión del cardenal y presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela con la plana mayor de los grandes gerifaltes de varias de las empresas que cotizan en ese otro gran misterio, no religioso, por cierto, denominado IBEX 35 que se ha revalorizado un 75% en este mismo país donde 4 millones de personas están en el paro, con la perspectiva de que este numero siga aumentando.

La reunión tenía por objeto poner en marcha una Fundación denominada "Madrid Vivo" que se encargará de colaborar en la organización de la Jornada Mundial de la Juventud del 2011, que presidirá el papa Benedicto XVI.

Algunos interrogantes se me plantean al conocer esta noticia:
-Los que no colaboran en el evento... ¿forman parte de Madrid Muerto?.
-Por otra parte, no dejo de pensar que la jornada en cuestión debería de unir el adjetivo "católica" al sustantivo "juventud" para que responda a la auténtica realidad del encuentro.

No me quiero desviar en exceso de la cuestión que me ocupa al principio del artículo. No entiendo mucho de tamaños de camellos o de agujas pero me da la sensación de que las puertas del reino de los cielos se abren de par en par a los ricos al contemplar tal concentración de dinero en las cercanías del máximo representante de la jerarquía católica. En todo caso, el precio de la entrada supone aportar la mitad del coste del evento papal

¿Y la otra mitad? Para eso estamos los ciudadanos contribuyentes del muy laico gobierno del Reino de España. Nuestro presidente del gobierno tiene un concepto amplio de la aconfesionalidad establecida en nuestra Constitución y ha pensado más en las "especiales relaciones con la Iglesia Católica" que justifican las numerosas concesiones y privilegios que se otorgan a dicha institución por parte de todos los gobiernos españoles sean del color político que sean. Zapatero ha debido de considerar que si se invita a la mitad del “sarao” (unos 25 millones de euros de nada) contará con una cierta tregua por parte de la jerarquía encabezada por Rouco.

Me temo que se equivoca, y mucho, en sus previsiones (no sería la primera vez) pero el problema fundamental es que la factura la pagamos todos los ciudadanos españoles con independencia de nuestras creencias o falta de las mismas.

Para completar este panorama, el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado elaborado por este perverso gobierno laicista contempla la citada Jornada de 2011 como acontecimiento de especial interés, lo que conlleva que las empresas que colaboren pecuniariamente tendrán derecho a diversas deducciones fiscales en función de las cantidades invertidas. Los señores del IBEX-35 no iban colaborar de forma totalmente desinteresada.

Si el papa quiere reunirse con los jóvenes católicos en Madrid está en su perfecto derecho, pero que sea la Iglesia y sus creyentes quienes lo sufraguen con sus aportaciones incluyendo a aquellos que entran por el ojo de la aguja. El dinero de los contribuyentes españoles se debe dedicar a otros fines mucho más necesarios.


1 comentario :

Marino Baler dijo...

Yo es que leo algo de religión y me pongo enfermo.

Saludos ateos.

 
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